¿Subir arriba, bajar abajo, entrar adentro, salir afuera?


¿Te has preguntado si el uso de estas expresiones es correcto?

La respuesta breve es: no, su uso no es incorrecto, pero si quieres una explicación más detallada (directamente de la RAE), aquí está:

Expresiones tales como SUBIR ARRIBA, BAJAR ABAJO, ENTRAR ADENTRO, SALIR AFUERA son corrientes en el español hablado, pero su empleo es escaso en el español escrito. Los adverbios ARRIBA, ABAJO, DENTRO y FUERA son de carácter deíctico, esto es, indican un lugar y una dirección determinada con respecto de la posición en que se encuentra el hablante.

En principio, estos adverbios resultan redundantes, pues los verbos SUBIR, BAJAR, ENTRAR o SALIR son verbos de movimiento, es decir, indican movimiento en una dirección concreta, denotan dirección inherente: hacia arriba (subir), hacia abajo (bajar), hacia adentro (entrar) y hacia afuera (salir). Las nociones que expresan dichos adverbios van incluidas ya en el significado de los verbos, y en este sentido, su uso es innecesario y superfluo. De todas formas, en algunos casos su empleo se puede considerar expresivo, para reforzar una información que el hablante no siente como completa con el verbo solo.

Este tipo de verbos de movimiento inherente requieren una explicitación locativa que puede mencionarse o no en el discurso, por medio de adverbios o locuciones adverbiales (aquí, en el portal, al jardín, por la escalera, etc.) que si no se mencionan es porque se sobrentienden, y que indican el lugar hacia el que se produce el movimiento del verbo en cuestión. Por eso, en determinados contextos, ARRIBA, ABAJO, ADENTRO y AFUERA pueden funcionar en cierto modo anafóricamente: identifican un lugar concreto que el interlocutor ya ha oído antes o ya conoce de antemano. Es un lugar preestablecido. En lugar de decir: "Sube al cuarto piso" o "Sube al piso de Paco" o "Sube al piso que está justo encima de nosotros", el hablante resume la información diciendo "Sube arriba", porque el interlocutor ya sabe que "arriba" es "el piso de Paco" o "el cuarto piso" o "el piso que está justo encima de nosotros". Es cierto que si la intención del hablante fuera explotar hasta el último extremo la economía lingüística, podría decir "Sube" simplemente -lo cual es posible y correcto-, pero esta solución tampoco le satisface, y algo lo obliga a añadir ARRIBA en su discurso, porque la mención escueta del verbo le resulta incompleta e insuficiente para expresar con exactitud lo que desea.

Probablemente se deba a la habituación del hablante a acompañar los verbos de movimiento inherente con un adverbio o complemento preposicional de lugar, fenómeno que hemos mencionado antes. Por esta razón, la costumbre obliga al hablante a usar un adverbio, y añade entonces el que le resulta más económico desde el punto de vista lingüístico y expresivo. El único adverbio que indica de una manera sintética el 'sitio adonde se sube' es ARRIBA. Lo mismo que el único adverbio que indica de una manera sintética el 'sitio adonde se baja' es ABAJO, y el que indica el 'sitio adonde se sale' es AFUERA, etc.

Veamos el siguiente ejemplo:

Ana y Toni están en su piso. Ana le dice a Toni: "Tienes que subir a la azotea para comprobar si la antena de televisión está rota". Toni asiente, va a hacer alguna otra cosa, y finalmente, mientras se dirige hacia la puerta de entrada de la casa, le dice a Ana: "Oye, subo arriba". En este contexto, la primera vez que se menciona el verbo SUBIR va acompañado de su correspondiente complemento preposicional de lugar: A LA AZOTEA. La segunda vez, sin embargo, va acompañado del adverbio ARRIBA. En este segundo caso, el interlocutor ya sabe el lugar exacto adonde sube Toni, pues lo han explicitado de antemano. Si Toni hubiera dicho a Ana: "Oye, subo", hubiera sido correcto, pero quizás no suficiente.

Vemos, pues, como en muchas ocasiones, el fenómeno de la redundancia y los usos expletivos del idioma se hacen necesarios al hablante para establecer con claridad lo que este desea comunicar a su interlocutor. En concreto, en el caso que nos ocupa, el uso se refleja fundamentalmente en la lengua hablada. En el lenguaje escrito no prolifera tanto, precisamente porque los parámetros situacionales del emisor y el receptor cambian. Aun así, también se emplea.

En el siguiente ejemplo tomado de La Biblia vemos como el uso de ARRIBA y el de ABAJO establecen el lugar hasta donde SUBE y BAJA el hálito del hombre. ARRIBA es el cielo y ABAJO es la tierra: "¿Quién sabe si el hálito del hombre sube arriba y el de la bestia baja abajo, a la tierra?".

 En el siguiente ejemplo vemos cómo el personaje del patrón baja (desde arriba) hasta el lugar donde está situado el hablante, y es el adverbio ARRIBA el que refuerza y ayuda a expresar la idea de los dos planos diferentes en que se encuentran ambos personajes: "Pero viéndonos el patrón tan alegres y regocijados, y estar todo el día y la noche debajo de cubierta sin lamentarnos de la hambre y sed como todos los demás lo hacían, y considerando que no éramos cuerpos santos para pasarnos de milagroso, bajó abajo y haciendo visita general nos descubrió la flor y nos mandó subir arriba". (La vida y hechos de Estebanillo González, 1646).

En otro orden de cosas, parece que cuando el hablante utiliza el imperativo (sube, baja, entra, sal) la tendencia es la de no emplear estos adverbios. Tal vez porque el uso del imperativo se produce en contextos tan inmediatos y tan claros para el interlocutor que con la mera orden del verbo es suficiente.

(Extraído de: http://forum.wordreference.com/showthread.php?t=1337479&p=6914335#post6914335)

2 comments:

  1. Porque las palabras, cuando no aportan, quitan!!!! y ahí mismo dice que el uso del verbo es suficiente.

    ReplyDelete
  2. Me parece pésimo este articulo, para mi es incorrecto, lo que pasa es que los Españoles quieren tapar su terrible forma de hablar el Español con esta clase de explicaciones sin ningún fondo. SUBE ARRIBA? No me jodan!

    ReplyDelete